El caso es estremecedor. Una menor se animó a contar durante una charla en la escuela que su padre la violaba. Fue una policía la que la animó a contarlo. La Justicia ahora condenó al hombre a 12 años de prisión.
Un hombre recibió una pena de 12 años de prisión por haber abusado sexualmente durante más de una década de su hija, quien pudo contar los padecimientos durante una charla brindada en la escuela a la que concurría en Coronel Vidal.
En la sentencia firmada por el juez Alfredo Deleonardis, que avaló el acuerdo previo entre el imputado y el fiscal Rodolfo Moure, se destacó el desempeño de la subcomisario Liliana Funes, la policía que le brindó a la menor un contexto de confianza y contención para animarla a narrar lo que le estaba sucediendo.
“Una organización que se llama Mujeres en Lucha dio una charla de abuso sexual y de violencia de género, y una chica que daba la charla y estaba vestida de policía y creo que era rubia me dio mucha confianza y le conté lo que me estaba pasando. Me abrazó, me puse a llorar y me dijo que me iba a ayudar con todo, esto que me estaba pasando”, dijo la adolescente en su declaración inicial.
Los hechos se conocieron en esa charla en diciembre del año pasado y el último episodio de una interminable serie de aberraciones había sucedido tan solo unas semanas antes, en noviembre. Resultó ser un nuevo caso de abuso intrafamiliar en la zona.
La perversión de su padre se había iniciado en el año 2008, cuando ella tenía solamente 6 años. Los abusos empezaron con tocamientos y al poco tiempo alcanzaron un extremo estremecedor, con acceso carnal e incluso penetración de objetos como embutidos y frutas.
Durante los siguientes diez años esa situación se mantuvo, en algunos períodos con más frecuencia, y la condición de vulnerabilidad de la niña se profundizaba por la ausencia laboral de la madre. “La manipulación fue tal que la mujer no podía creer lo que había pasado durante tantos años”, explicó una fuente a LA CAPITAL.
Pero llegó aquella tarde de diciembre de 2018 cuando la organización Mujeres en Lucha, con el liderazgo de la entonces titular de la Comisaría de la Mujer de Vidal, asistió a la escuela a dar una charla de concientización. Fue tan fluida la conversación con los adolescentes que algunas barreras se disolvieron en pocos minutos. Una de esas era la que impedía a la menor violada por su padre a contar su secreto.
Finalmente pudo hacerlo y Funes le dijo que lo hablara con su madre, que la necesitaban para la denunca y que contaba con todo su apoyo.
Esa misma noche, a las 23, cuando el padre no estaba, la hija se quebró y estalló en llanto. Acompañada de su madre fueron a la comisaría y eso fue el punto de partida. La denuncia la tomó la Comisaría de la Mujer, que con esos datos se comunicó con el fiscal Rodolfo Moure y su ayudante fiscal Diego Benedetti. Al interiorizarlos de la situación la orden para detener al padre de la menor fue inmediata.
“Los dichos eran tan contundentes que optamos por la detención y luego continuar con la elaboración de la prueba, la que fue surgiendo indeteniblemente”, recordó el fiscal Moure.
Desde ese momento el hombre, de 40 años y que trabajaba de sereno en una cochera en Mar del Plata, quedo detenido y no vovió a salir de la Unidad Penal N°15 de Batán.
El fiscal Moure prosiguió con la acusación por el delito de “abuso sexual triplemente agravado -por haber sido cometido con acceso carnal, por el ascendiente y por la situación de convivencia preexistente-, ello en forma continuada”.
Para evitar la sobreexposición de la menor y episodios de revictimización se optó por no llegar a un juicio oral. Para eso el fiscal Moure y la defensa propusieron un acuerdo de 12 años de prisión, que fue avalador por el juez Deleonardis.
En el fallo el magistrado comunicó al Ministro de Seguridad y al jefe de la policía Bonaerense, comisario general Fabián Perroni, para felicitar la actuación de Funes y que quede asentado en su legajo, por ser un ejemplo para imitar.
La menor dijo en su declaracón: “mi papá piensa que mi mamá y yo somos sus mujeres que tenemos que hacer lo que él diga porque si no nos pega o comienza a tirar todas las cosas de la casa”.
Esa charla en su escuela terminó con el horror en su casa.